El Junquero en busca del reconocimiento de los docentes por parte de la Dirección de Escuelas
La coordinadora de la EP 47 “El Junquero” de Villa La Arcadia Claudia Paez se refirió en Suárez al Día a los primeros pasos en el funcionamiento de este nuevo servicio educativo que el año pasado, y luego de 3 años de afrontar diversas instancias, logró el reconocimiento por parte de la Dirección General de Escuelas para su funcionamiento.
Al respecto la docente señala “En este momento estamos transitando los últimos pasos administrativos que tienen que ver con el análisis de los legajos y demás para tener el reconocimiento por parte de la provincia del equipo docente”.
“Desde que nosotras empezamos se fue sumando más docentes al equipo, en este momento tenemos 7 docentes, a alguna de las cuales se les paga y las otras trabajamos ad honorem. Ese pago es con lo que se recauda del trabajo de las familias, no se paga cuota en El Junquero, nunca se pagó, nos reunimos y organizamos actividades para juntar dinero, lo cual es mucho trabajo, muy desgastante, en un contexto bastante complejo también, pero bueno, siempre agradeciendo a la comunidad de Sierra de la Ventana, Saldungaray, Villa Ventana, Tornquist, que nos ha comprado las rifas, los pasteles, el guiso de lentejas, ha participado en nuestros eventos, siempre apoyando, entiendo yo por mi mirada que es porque se comprende que lo que estamos haciendo es bien interesante, es bien disruptivo y que los chicos del Junquero van felices y aprenden un montón”.
“En este momento tenemos 18 nenas y nenes, entre lo que sería primero y quinto grado, trabajamos en aulas heterogéneas y hacemos agrupamientos flexibles, eso quiere decir que nosotras en la práctica cada día tenemos pensado para cada actividad. Así organizamos quién va a trabajar con quién, si van a trabajar, por ejemplo, en grupo total, si van a trabajar en pequeños grupos de edades heterogéneas o si van a trabajar en pequeños grupos de edades homogéneas, siempre de acuerdo a lo que nosotras vamos a trabajar".
"Para todo eso hay un trabajo muy intenso de los docentes que lo hacemos en equipo, en general viste que en la escuela primaria una maestra va pensando su planificación y después la comparte con su directivo o con otras docentes, bueno, no, nosotras acá hacemos todo, como que metemos en una olla un montón de condimentos y de ahí vamos organizando una planificación que después llevan a cabo dos docentes todos los días, pero el equipo se conforma por muchas personas que están pensando esa planificación”.
Al ser consultada en cuánto hay de parecido o similar y cuánto de diferente a la escuela tradicional la docente responde “de parecido que es una escuela. Es una escuela a la que se va todos los días y es una escuela en la que se va a aprender y hay docentes que van a enseñar. Lo que tiene de distinto es la disposición del espacio, la disposición de los materiales y sobre todo la propuesta pedagógica que siempre arranca por una pregunta que intenta generar un interés, hay una sorpresa, hay una pregunta, trabajamos por indagación, más allá de esto que te cuento de lo físico, digamos, de los agrupamientos”.
“Siempre la propuesta empieza por otro lugar, nosotras no trabajamos por el área de prácticas del lenguaje por un lado, sociales por el otro, sino que quizás trabajamos ante una pregunta y ellos tienen que construir algo, no sé, por ejemplo, en la época de la colonia, nosotras trabajamos con una máquina del tiempo que trae algo que tenemos que investigar, y a partir de ahí se empieza a generar toda una propuesta que en general dura dos, tres semanas, y donde se mezclan las áreas. Los chicos no dicen estoy trabajando prácticas del lenguaje, tengo un cuaderno de prácticas del lenguaje, sino que están trabajando sobre algo que tienen que, por ejemplo, construir en 3D una casa de la época colonial, ponerle, no sé, tendrá canillas, tendrá aljibe, bueno, estamos trabajando el agua, estamos trabajando la conformación de la época, estamos historizando”.
En cuanto a los contenidos, explica Claudia Páez “se enseña todo pero desde otra forma, por ejemplo, nosotras la ortografía también la trabajamos, por supuesto, trabajamos los distintos tipos de letras, trabajamos la escritura, pero siempre en situaciones de enseñanza donde la escritura es real, entonces desde el día uno quien ingresa a primer grado empieza a escribir, con una letra, con una letra y un dibujo, como puede y sobre eso se interviene, para eso tenemos armado todo un sistema de plantillas con las distintas letras y hacemos intervenciones precisas y todo eso está pensado, digamos, de antemano, pero siempre es en escritura real, no copiamos, por ejemplo, en un cuaderno, ahí hay una diferencia, no copiamos para que los papás después puedan, digamos, en el Junquero no hay un cuaderno que te lleva en el día a día qué hizo mi hijo en la escuela, lo comunicamos de otra forma porque tenemos distintos dispositivos para escribir, se llega y se completa una agenda del día, después se puede trabajar en un diario de viaje, después se puede trabajar en un cuaderno de propuesta, después tenemos el taller de números, entonces tenemos ahí otros dispositivos para usar que son distintos al cuaderno tradicional”.
