Una docente denunció la salvaje golpiza que le dieron a su hijo: la Policía idenfiticó a los agresores, dos hermanos de barrio Puente Chico
Por: Ezequiel Villanueva
En el atardecer del domingo la docente Patricia Steimetz utilizó su cuenta de Facebook para exponer la tremenda agresión que sufrió su hijo en la vía pública:
26/9 Coronel Suarez 17:40: " hijo estoy llegando a Suarez cómo va todo dónde estás? "
17:50 " bien vieja, terminando en la pelu nos vemos en casa ahora"
18:15 nos buscan en casa porque Máximo había sido atacado por dos sujetos con golpes y patadas en la cabeza, vecinos y transeúntes lo ayudaron a resguardarse. No pudo identificar a los agresores por la sorpresa y porque no son de su entorno ni barrial ni social (Máximo sólo llega los fines de semana a Suárez para hacer deporte y trabajar en actividades familiares, durante la semana estudia fuera de la ciudad)
Criar no es fácil y no es gratuito, hay q enseñarle a otro a tener proyectos, objetivos, querencias, vínculos, sabiduría ante el error y hacerse cargo, a tener paciencia y pasiones. Todo el entorno educa, como dice Tonucchi somos una ciudad educadora, si somos una sociedad sana.
Qué ciudad educadora queremos ser? ¿La q da seguridad de ser y estar o la que te sorprende por la espalda con ataque criminal y cobarde del 2 contra uno?
Tenemos la fortuna de que Máximo fue ayudado por GENTE QUE SI, de los que esta familia y amigos queremos en la idea de ciudad educadora que concebimos.
Tenemos la tristeza y el enojo de saber que hay GENTE QUE NO, resultante de crianzas y vínculos sociales insuficientes, que no se sostienen sólo con una AUH, que debieron tener desde el Estado una vigilancia exhaustiva en la crianza para q no se desarrolle esto que dejaron ver, un vacío de querencias, proyectos, sin concepción del valor de la vida propia y ajena, con el egoísmo del avasallamiento del espacio del otro, sólo por dañar al otro y lo del otro. Cobardía que pega y patea al otro en el suelo y a la cabeza.
Queremos seguir criando en una ciudad que te acune, no fuimos la única familia en esta situación ayer; no queremos más pibes que mañana tengan que pasar por éste avasallamiento de sus libertades, pasando en dos segundo de los planes familiares y con amigos a guardias de hospital.
No queremos más marcas de este tipo en el cuerpo y no queremos circulando a quienes las generan.
Queremos un Coronel Suarez que eduque en las libertades y que regule a quién no las respeta.
Nuevamente gracias infinitas a los vecinos q cuidaron y asistieron a Máximo, amigos de Max al pie desde momento cero, médicos y enfermeros q hicieron lo mismo en guardia y a agentes que acompañaron en el proceso que siguió.
Por un Suárez ciudad educadora en responsabilidades y libertades.