Centro de Jubilados y Pensionadas: 50º Aniversario, sus inicios por Julio Zaballa
Por: Julio Zaballa
La entidad nace formalmente el sábado 9 de setiembre de 1972 y se constituye ante la asamblea de jubilados y pensionadas realizada el 9 de octubre del mismo año donde quedó constituida definitivamente la comisión ante asamblea de afiliados realizada en el salón de Luz y Fuerza, totalmente colmado. Por supuesto que esto es la formalidad, pero para llegar a ello fue necesario recorrer cada uno de los gremios y particulares para que, cambiando una costumbre de la época de no tener incorporados a la actividad del sindicato a sus jubilados, formaran sus comisiones y designaran representantes. Estos a su vez luego fueron contactando a otros jubilados de diferentes actividades o independientes. Esto lo iniciamos como una actividad más de la CGT que me toco presidir, a mediados de 1971.
Entre ellos y muchos otros anónimos que no recuerdo, se encontraban presidiendo la entidad, Don Gregorio Zaballa (cuyo salón de actos del Centro lleva su nombre), Secretario, Víctor J. Loursac; vocales Miguel Stoessel, Evaristo Patarata, Gervasio Díaz y Domingo Álvarez. Tambien integraban la comisión, la Sra. Beatriz Acerboni de Vázquez, Josefina L. de Prado, Héctor Recalde, M. V. de Prendel, Pedro Fahei y Gregorio Leonhard.
No tenían como objetivo jugar a las cartas o realizar encuentros a la canasta. Pedir por el 82% móvil, la jubilación a los 55 para los hombres y 50 para la mujer fueron algunos de sus acciones. Entre ellas, nombrar representantes ante la CGT local y ante la recién fundada ACSOS (Asoc. Civil Suarense de Obras Sociales) para trabajar junto a los activos representantes de sindicatos locales, en la obtención de la farmacia sindical, el servicio de sepelio, la óptica y la obra social. Esta ultima dado que los gastos en medicamentos y asistenciales debían ser abonados por el jubilado o jubilada y pedir reintegro al Pami de entonces en Bahia Blanca, con las consiguientes demoras.
En esa tarea se unieron férreamente a los compañeros Juan Carlos Almada, Juan Carlos Di Rocca, Francisco Corral, Gregorio Ortega, Pablo Ortega, Carlos Maldonado, Joaquin Becker, Miguel Pasculli, Oscar R. Vaccaroni, Marcelino Nizovoy, Daniel Sonzini, Alejandro Kromberger, Juan C. Desch, Roberto Ristagno, Eldo Lemos, Rubén Oscar Luongo, Antonio Genaro Serna, José Luis Erdozain, que como activos integrábamos la ACSOS.
Mucho debió hacerse en conjunto para obtener los beneficios que significaron para activos y jubilados, la farmacia sindical, la primera obra social del PAMI en el interior de la provincia, el servicio de sepelio y la óptica sindical que se puso en marcha al año siguiente. Las dificultades se sumaron. pero el empeño de activos y jubilados fue provechoso. Ver como jubilados y pensionadas se reunían en asamblea en la cancha de básquet del Centro Blanco y Negro (único lugar que podía albergar a tantos asistentes) para realizar acciones tendientes al cuidado de la obra social, sometida por momentos a algunos profesionales picaros que pretendían cobrar sobre la orden o inventaban estudios, al igual que salir a la calle a convencer a mas jubilados y jubiladas para que se sumen, fue dicha tarea digna de halago.
La oficina del Pami de entonces que la fundamos en setiembre de 1975 y fue presidida y hasta su jubilación por Daniel Heiland, secundado por Celia Peralta y jubilados como Pedro Fahei, Gregorio Leonhard, Beatriz Acerboni de Vázquez. Desde ACSOS le habíamos alquilado al vecino de enfrente, Picoito, dos oficinas, una en la esquina de Las Heras y Garibaldi y otro sobre Las Heras, proveyendo a ambos locales de su respectivo mobiliario, que luego fue sustraído por el golpe del 76.
El mérito obtenido nos valió a jubilados y activos, que el PAMI de entonces nos designara como sede para la primera reunión provincial de asociaciones de obra sociales.
Pero esos méritos valorados por el PAMI, fueron la incitación que movilizo a los que lucran con los intereses de trabajadores y jubilados, y con el apoyo del diario local de entonces y a partir del 24 de marzo de 1976 para que se nos realizaran tres auditorias desde marzo a octubre de 1976 con el argumento de que “se robaron todo” frase que aun utilizan para ganar elecciones. Los compañeros jubilados y pensionadas angustiados, indignados, salían a la calle a convencer a sus colegas que todo era mentira y que pretendían robarnos la institución. Muchas esposas de compañeros jubilados que caminaban las calles suarenses aconsejaban que no lo hicieran por el peligro que eso encerraba debido a las noticias radiales que se propagaban. Nada los amedranto.
No obstante, llego noviembre de 1976 y ya sin argumentos que justificaran el despojo que luego vendría, nos intervienen con el artilugio del vencimiento de mandato ante las nuevas autoridades de los organismos que nos contenían. En ese organismo se encontraba al frente un marino ligado al funcionario municipal del gobierno defacto, secretario de gobierno y por ende a la sociedad rural de entonces. Mucha fue la indignación de jubilados y pensionadas presentes ese día, como los representantes sindicales ente la hipocresía de quienes representaban en ese acto al funcionario que nos intervenía. Allí estaban el presidente del círculo médico, la sociedad rural cuyos miembros ocupaban cargos en el gabinete del gobierno militar usurpador, que luego en noviembre de 1985 firmaran ante Clarín y La Nación, la solicitada “Gracias Militares”. También se encontraban presentes el secretario de gobierno y el director del diario local de entonces. ¿hace falta más explicación de donde venía el despojo?
En valor económico fueron millones lo que nos arrebataron. Edificio de Las Heras y Garibaldi, medicamentos, mobiliario del mismo y de la agencia del PAMI de la sede del Centro de Jubilados y elementos de la óptica. Pero lo más significativo fue que nos robaron la libertad, la dignidad y nos sometieron a un miedo que aún perdura en sectores de nuestra población.
El homenaje en este 50º Aniversario del Centro de Jubilados a aquellos pioneros que vencieron vallas imprevisibles hasta que las armas, destruyeron sus ilusiones al igual que las de sus compañeros activos.
Julio Zaballa (L.E. 5.492.952)
